Plegaria al orgasmo
Ajeno a mis pensamientos
huiste a un casto silencio
Hoy
que sedienta mi sangre te busca
ni a golpes ni a ruegos
te insinúas
enajenado prosigues
riguroso y oprimido y largamente oscuro
como pasillo de convento desolado
Tú
angel de dura delicia
apático orgasmo rebelde
erizado temblor
pólvora vulnerable
Regresa a mí
y aniquílame
Muchacho
Muchacho loco: cuando me miras
con disimulo de arriba a abajo
siento que arrancas tiras y tiras de mi refajo...
Muchacho cuerdo: cuando me tocas
como al descuido la mano, a veces,
siento que creces
y que en la carne te sobran bocas.
Y yo: tan seria, tan formalita,
tan buena joven, tan señorita,
para ocultarte también mi sed
te hablo de libros que no leemos,
de cosas tristes, del mar con remos,
te digo: usted.
Bares
Vivir es alegre
los he oído reír cada vez más fuerte
los he oído reír cada vez más fuerte
y seguían cada vez más alegres
la noche se apiada de mí porque no siento vergüenza.
Y una más pide el más ronco
que traga sin ser procaz
porque es suave y delicado
adora la botella como una nalga de mujer
a grandes sorbos.
Aquél sí es de los peligrosos:
roba mata miente y es astuto
pero cuando pasa próximo a mi mesa
sus grandes ojos de arañas sedosas se deslizan como un tigre en mi regazo
Por fin siento que he viajado.
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