Baje al sótano y me puse a buscar un folleto de poesía, que ya no recuerdo su nombre. Jalé el ejemplar pero cayó al suelo otro. Era de un tal Oswaldo Chanove.
Me senté en una de las sillas y empece a hojearlo desconfiado antes de leer el libro por el cual fui ya que pensé que estaría perdiendo valiosos minutos.
Sin embargo, me quedé embelesado de su poesía.
Muestro unas lineas de este magnífico poeta arequipeño, publicadas en su poemario “Canción de amor de un capitán de caballería para una prostituta pelirroja”, Ediciones el Santo Oficio, Lima, 2002:
Canto
Es necesario
atravesar
la hermosa alameda
el silencioso campo minado
el salon erizado
de botellas
Es necesario
pensar que la multitud ha sido dispuesta
siguiendo
un trazado
a lápiz
Es necesario
creer que todos estamos
en una casa habitada por una apretada legión de ángeles.
Es necesario
atravesar
la hermosa alameda
el silencioso campo minado
el salon erizado
de botellas
Es necesario
pensar que la multitud ha sido dispuesta
siguiendo
un trazado
a lápiz
Es necesario
creer que todos estamos
en una casa habitada por una apretada legión de ángeles.
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