viernes, 15 de enero de 2010

La calle y las funciones fisiologicas


Un comentario de Marco Aurelio Denegri acerca del sexo en la calle y un brillante proyecto que ejecutaron los alumnos de la Facultad de Arquitectura de la PUCP acerca del Anti-Urinator, son los causantes de este texto:

Copular en la calle

Orinar en la calle


Las convenciones sociales así como muchas normas de la autoridad prohiben terminantemente el miccionar en la via pública así como no cometer actos inmorales (es decir, generalmente aquellos actos donde se utilicen real o simbólicamente los órganos genitales masculinos y femeninos).
Por ejemplo dice una ordenanza:

Artículo Primero.- PROHIBASE, en las vías y áreas públicas del distrito de ..., y SANCIÓNESE las siguientes conductas:
a) Ingerir bebidas alcohólicas.
b) Consumir drogas no legales.
c) Miccionar o defecar.
d) Actos de naturaleza sexual reñidos con la moral y buenas costumbres.
Las conductas referidas en los numerales a), b) y d) del párrafo anterior incluyen la realizada en automóviles o cualquier vehículo estacionado en las calles del distrito.

El placer como transgresión del orden público y aplicado en un espacio público, es decir a vista y paciencia de los demás, tiene su sustento.

Para el tema copulatorio, el pensador y crítico Marco Aurelio Denegri comentó en su programa "La Función de la Palabra" dedicado al libro Guia Secreta (12.10.09), que son cinco los factores por la que una persona tiene sexo en la calle (aunque él se refirió a la relacion sexual con una prostituta y sin preservativo):
1. La atracción al peligro, al jugar una especie de ruleta rusa si copula sin protección con una prostituta (de la cual se tiene la idea que tiene muchas mas probabilidades de estar enferma).
2. La atracción al fango, al mezclarse en una situación con los elementos que conforman la calle (o mas bien que la "ensucian", que la "contaminan", que la hacen "negativa". Estas ideas son utilizadas como contraposición con la tradicional idea que se tiene de la vivienda-hogar como el espacio de lo impoluto, lo protegido, lo privado y hasta lo sagrado) .
3. La atracción de la inmediatez, al no perder el tiempo en pagar un ticket o buscar una cama y mas bien haciéndolo en el mismo instante en que se es encantado por la prostituta.
4. La atracción de la baratura, ya que en esas condiciones se cobra mucho menor precio.
5. La atracción de salir de la rutina.

Para el tema del orinar y del descomer*, señalaré que los alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica hace un tiempo implementaron un excelente trabajo en el que se puede dar cuenta como el ciudadano común le tiene mucho mas respeto a lo emanado del ámbito religioso y como le tiene poco o nada de respeto a lo emanado por el Estado o hasta por la propia población. Este desprecio se  materializa con cotidianos ejemplos como pasarse la luz roja, orinar en la via pública, caminar por la pista, estacionar el auto en la vereda, etc.**.
Algunos "meones" sustentan que el tema no pasa por ahí, sino que el problema radica en la falta de servicios higiénicos públicos en la ciudad.
El proyecto de la PUCP se basó en imprimir carteles con las imágenes de Sarita Colonia y Jesucristo con el lema "Te estoy mirando No lo hagas". Estos carteles eran pegados en las paredes donde se miccionaba, aproximadamente a una altura de un metro del piso (es decir a la altura de la cintura).
Como un milagro, la "mirada divina" de esas imágenes generaba un desconcierto en los peatones y detenia esa función fisiológica que para casi todos los "meones" es incontenible.


Diseño de los carteles

Carteles pegados en pared-urinario a una altura "peneana".


* El poeta Quevedo suplantaba magnificamente el término "cagar" por el de "descomer" como oposición al "comer".
** Lo mas asombroso es que muchas de las autoridades que formulan las normas también las incumplen. Todos los dias paso por el Palacio de Justicia y veo como autos de lujo son estacionados en plena vereda al pie de las escaleras.