viernes, 1 de enero de 2010

Mucho Sol Mata (2000)



Ahora que vino el verano
Ya llego un nuevo protector
Cuando vayas a la playa
O te sientas con calor.
Cuesta pocas monedas
Pero da mucha ilusión
Quedas inmune a todo
Y todos te miran con desazón

Abre tu mano y deja que caiga la crema
Untala en tus ojos que gritan ¡fuera sol!
La sirena te dirá “cada loco con su tema”
Y tu le responderás “acá hay mucho huevón”.
Después de que se te venga la pena
Pedirás, “mozo tráigame otro ron”
O la olvidaras con una buena germa
Y un poco de tentación

Ahora me siento aceitoso
Solo yo, el protector y mis sueños
Por favor quien me saca esto del cuerpo
Yo ya lo traté con mucho empeño.
Corría por la orilla solo
Vi a lo lejos un pequeño
Lo perseguí, por que estaba llorando
Era yo, mi pelota y mis sueños

Han pasado muchos lustros
No pude sacarme el protector solar
Mientras todos bailaban bronceados
Yo seguía en mi humilde hogar
La mayoría dice que voy a morir
Pero muchos ya han muerto quemados
Los que quedan huelen a carbón
Mientras yo camino viejo, tranquilo y enternado

Un acto sexual pagado, por Mario Vargas Llosa




Muestro un pequeño extracto de un texto vendido a cientos de miles de personas cuyo autor es MVLL.

"...Quitate la camisa y dejate de cojudeces- dijo Queta-. ¿Crees que te tengo asco?. Contigo o con el rey de Roma me da lo mismo, negrito.

Lo sintió incorporarse, adivinó en la oscuridad sus movimientos obedientes, vió en el aire la mancha blanca de la camisa que él arrojaba hacia la silla visible en los hilos de luz de la ventana. El cuerpo desnudo se tumbó otra vez a su lado. Escuchó su respiración más agitada, olió su deseo, sintió que la tocaba. Se echó de espaldas, abrió los brazos y un instante despues recibía sobre su cuerpo la carne aplastante y sudorosa de él. Respiraba con ansiedad junto a su oido, sus manos repasaban humedamente su piel y sintió que su sexo entraba suavemente en ella.
Trataba de sacarle del sostén y ella lo ayudó ladeandose. Sintió su boca mojada en el cuello y los hombros y lo oía jadear y moverse; lo enlazó con las piernas y le sobó la espalda, las nalgas que transpiraban. Permitió que la besara en la boca pero mantuvo los dientes apretados. Lo sintió terminar con unos cortos quejidos jadeantes. Lo hizo a un lado y lo sintió rodar sobre sí mismo como un muerto. Se calzó a oscuras, fue al lavatorio y al volver a la habitación y encender la luz lo vio otra vez boca arriba, otra vez con los brazos cruzados sobre la cara.

- Hace tiempo que andaba soñandome con esto- lo oyó decir mientras se ponía el sostén.

- Ahora te estarán pesando tus quinientos soles- dijo Queta.

- Que me va a pesar-. lo oyó reir, siempre oculto detrás de sus brazos- Nunca se vió plata mejor gastada.

Mientras se ponía la falda lo oyó reir de nuevo, y la sorprendió la sinceridad de su sonrisa.

- De veras te traté mal?- dijo Queta-. No era por ti sino por Robertito. Me crispa los nervios todo el tiempo.

- ¿Puedo fumarme un cigarro así como estoy?- dijo él.. O ya tengo que irme?.

- Puedes fumarte tres si quieres-dijo Queta-. pero anda a lavarte primero...".

Mario Vargas Llosa, Conversación en la Catedral, PEISA, Lima, 1996, pp. 494-496

Antiguas calles de prostitucion limeña con vistas actuales.


Calle de Los Suspiros con aquella famosa edificación donde se testimonia que en la colonia se daban bacanales y en donde asistían "mujeres alegres".



Calle Acequia Alta, que no deja su costumbre hasta hoy, solo que se le conoce ahora como Cailloma.



Vista actual de una calle que hace muchas décadas se le conoció como El Peligro, ubicada en aquel barrio que a inicios de siglo se llamó Abajo del Puente. Sí había mucho peligro.




La calle Hoyos hoy ya no tiene aroma a opio.


Calle Monopinta. LAS repetiria casi lo mismo, casi 100 años después. Hoy también es parte de Cailloma.




Calle Torrecillas. Ahí vivió MM, una de  las mas sofisticadas "mamis" de inicios del siglo XX. El varón que no conocía su casa aún no era muy varón.




Detalle de la casa de RB, en Breña. Unas de la mas requeridas mamis para los bacanales de la primera mitad del siglo XX. Pichicata, whisky, orquesta y una cantidad apreciable de personajes de abolengo y jovenes hermosas se mezclaban en los salones.