martes, 26 de enero de 2010

Huachafa opinión sobre lo kitsch

La palabra kitsch surgió en el siglo XIX, en una etapa de pequeñas revoluciones, como forma de designar la aberración, la perversión, el "mal gusto" de las clases sociales populares.
Es que esta nueva sensibilidad se masificaba y se posesionaba de la ciudad dejando atrás la estética que generaba la prosapia.

Casa "de playa" en California del reconocido Arq. Frank Gehry


Otra vista de la Casa "de Playa" en California del reconocido Arq. Frank Gehry


Casa "casi de playa" en un cono de Lima


El "minimalismo" caracteriza la estetica arquitectónica actual del jet set y de los que quieren pertenecer al jet set , en Lima. Fuente: http://www.evisos.com.pe/images/advertisements/2009/09/13/asia-las-arenas-vendo-casa-de-playa_3497610d_3.jpg


Luego de la conquista, lo extranjero siempre se asentó fácilmente en la ciudad de Lima. La élite que lo utilizaba nunca supo que significaba realmente, originalmente, sin embargo lo acogió como su hijo predilecto.
Eso que algunos llaman extranjerofilia es casi marca registrada para los limeños. Todo lo nuevo llegaba del hemisferio norte y se asumía fácilmente. Siglos mas tarde no recuerdo quien decía que Lima estaba mas cerca de Miami que del Perú.
La estética andina y amazónica estuvieron escondidas, excluidas, desdeñadas por el centralismo. Pero siempre guardaron dentro de sí una esencia propia, difícil de mezclar (hoy con el proceso de globalización salta a la vista de vez en cuando y cuando son reconocidas mundialmente se vuelven orgullo para todos los peruanos). 
Con la revolución provinciana a partir de la migración desde finales de los 1950, estalla una crisis (entender crisis también como un momento complejo que sirve de oportunidad para un giro). Una nueva lógica y estética marginal toma posesión de la tradicional Ciudad de los Reyes, de la Tres Veces Coronada.
A su vez, la "nobleza limeña" seguía aceptando desde el pintoresquismo arquitectónico (estilos tudor, oriental, campestre, vasco, nórdico, árabe, etc.) hasta la pintura de Toulousse Lautrec que utilizaba en sus pinturas a prostitutas y burdeles, la novela de Flaubert que usaba lo inmoral en sus textos, la poesía de Rimbaud y su gusto por lo ensalzar lo nimio, las melodias de cantina que introdujo Stravinsky en su música, la poesía de Baudelaire y su gusto por el fango, etc.
Pero fruncian el ceño, ponían cara de extrañeza o se tapaban los oidos si Chacalón cantaba sobre la carcel, la cerveza, las pacharacas, o su pueblito, si la arquitectura chicha le daba otro movimiento a esa ciudad donde todo estaba a media voz, si Humareda interesaba con sus imágenes sobre los bajos fondos, si Hora Zero emocionaba con la cotidianeidad, etc.

En los 1970 y 1980, ya se sabía quienes eran los nuevos elementos que venían transgrediendo los valores periclitados de la antigua, criolla y señorial Lima . Con justa e injusta razón los criticaban.
Para aquellos limeños tradicionales que su gusto pasaba por alabar diariamente el clásicismo europeo o el pragmático estilo norteamericano fue un tremendo disgusto percibir colores chillones, puertas o columnas dispuestas "irracionalmente" (de mas), espacios donde la forma no seguía a la clásica función, donde se daba una nueva forma de ocupación del territorio, etc. Ante la avalancha provinciana, las elites paulatinamente se apartaban del centro de la ciudad y se refugiaron en zonas cada vez mas alejadas (llegando hoy a dejar incluso la provincia de Lima y asentarse en la provincia de Cañete).
Mientras tanto, por aquellos años del primer gobierno de Alan Garcia y de Fujimori, los conceptos vitruvianos que impartían las tres unicas universidades donde se daba la carrera de arquitectura (UNI, URP y UNFV), no tenían mucho o nada que ver con lo que se veía construir en el dia a dia.

La ciudad era una pachamanca y se enseñaba a calentar hamburguesa en un microondas.

El transporte kitsch. La mayor parte de los limeños que nacieron hace cincuenta años tuvieron padres migrantes y crecieron generalmente en arenales con hacinamiento, insalubridad y pobreza pero sin pistas, veredas, luz eléctrica, agua y/o desague. Ahora ellos son los que manejan los autos y las combis, son los que de alguna manera comandan esta naciente metrópolis.
Es comprensible que aún no se sepa manejarla adecuadamente. Se tiene dos realidades diferentes. Creo que habrá que esperar 50 años mas para que los limeños se acostumbren y sepan vivir en una metropolis.


También habrá que esperar a que se reacomode, a que decante este nuevo sistema de la ciudad dándo pautas consensuadas de como queremos que se desarrolle.
A veces solo el caos prima.
"Lo kitsch es el arte que sigue las reglas establecidas en una época en que precisamente todo artista pone en duda las reglas artísticas". H. Rosenberg.