domingo, 14 de febrero de 2010

Graciosas cuchilladas

No hay mujer honrada que en el fondo no envidie a la que no lo es.
Marques de la Rochefoucauld



La mujer es el único monumento que ve sus propias ruinas.



El hombre piensa. La mujer da que pensar.

El amor y sus construcciones en el 2010

Este 14 de febrero cientos de miles de parejas caminaron a eso de las cinco de la tarde, agarrados de la mano, por el miraflorino Parque del Amor (esa copia del Parque Guell en Barcelona), por el remodelado Parque de la Reserva, por el cada vez más pequeño y encementado Parque de la Exposición o por los extensos Parques Zonales como los de Villa El Salvador, Comas, San Juan de Miraflores o Ate.


Parque Guell (Barcelona, 1900-1914, Obra de Antonio Gaudí)



Parque del Amor (Lima, 1993)


Decenas de miles de parejas se besaron entrelazando los dedos de las manos o sosteniendo esa rosa roja apasionada que los insistentes e inoportunos ambulantes les ofrecieron.
Los galanes tuvieron que sacar su moneda de cinco soles a regañadientes, para pagarles.
Luego del largo paseo entre jardines y flores, miles de parejas tuvieron ganas de ver ropa, perfumes, zapatos, equipos de sonido, etc. y visitaron los grandes centros comerciales como el Jockey Plaza, Plaza Lima Sur, Plaza San Miguel, Larco Mar, etc. También los Ripley, Saga, Metro, Plaza Vea, y demás.
Las antiguas areas comerciales de la avenida Larco, avenida Petit Thouars, Camino Real, Centro Comercial Arenales,  etc. ahora son simples zonas de paso.



Cansados, con sed y hambre, cientos de parejas a eso de las ocho de la noche acordaron visitar una heladería, una sanguchería, un chifa o una pollería.
Tras haber mostrado cierta solvencia económica y luego de haberse llenado el estómago, a cientos de galanes les empezó a rondar por la cabeza la idea de pedirle "la prueba del amor" a sus respectivas parejas (enamoradas, amigas o recién conocidas por el chat, según sea el caso), ya que el momento y el dia era propicio, además seguramente tendría cerca una hostal barata.


Chifa-Hostal


Esos cientos de parejas visitaron nuevamente un parque, se sentaron nuevamente en una banca y comenzaron nuevamente a besarse. Besos en la boca, luego en el cuello y finalmente las manos que empezaron a deslizarse por diferentes partes de ambos cuerpos.
Luego de varios jadeos, tras el rostro femenino de la extrañeza y el rostro masculino de la angustia, acordaron visitar uno de los aproximadamente cinco mil hospedajes de Lima Metropolitana.

Neoliberalismo copulatorio
Fuente: diario El Comercio

Decenas de parejas tomaron nerviosas la combi que los dejó en el Cercado de Lima. Caminaron pocos pasos y observaron un sinnnúmero de hostales de ocho, diez, quince o veinte soles, otros con ofertas por el día del amor. Y tras sentirse un poco avergonzados subieron las escaleras del establecimiento que se ubica junto a una cantina, frente a un chifa, a pocos metros de varias academias preuniversitarias y a unos pasos de un pub-discoteca.
A su vez, vieron que un hombre mayor y enternado, bajaba relajado y agarrado de la mano de una treintañera que le decía "jefe".
Esas escaleras tenían a ambos lados una sucia pared celeste y un pasamanos amarillento. Junto al último escalón estaba el recepcionista que mostraba, en una repisa, una fila de papeles higiénicos, una columna de toallas y varios preservativos con el letrero que decía "un sol la unidad".



El recepcionista les pidió el DNI a varias de las parejas que quisieron alquilar alguna habitación pero ninguna de éstas tenían aquel documento. Esas parejas aún estaban en el colegio.