jueves, 21 de enero de 2010

Teoria imperfecta acerca de las Casas Mal y de los Niños Bien


Casa mal.




Niño Bien y familia feliz.


Consideremos que el orden establecido sigue a cargo del varón.

Burdeles, casas de cita, prostibulos, etc. representan en el imaginario social, en la ciudad, un tipo de arquitectura nociva por que se organizan interiormente a partir de entes marginales, peligrosos, insospechados, misteriosos, difusos.

Es que en la Casa de Prostitución las mujeres saben mas de sexo que los varones, las siluetas y oscuridades de diferentes tonos confunden al racional observador, las mujeres alardean de su sexo mas que los varones, los olores exagerados molestan las recias fosas nasales, las mujeres seducen al varón y consiguen su dinero,  la mezclas estridentes de gemidos, musica, procacidades y risas hipnotizan al cliente, etc.

Además, los diferentes actos que suceden grupalmente en una casa de prostitución transgreden la moral y el ideal de salud.
Si bien se tiene la impresion de que casi la totalidad de cristianos cumplen a conveniencia los preceptos de su autoridad, aún sigue esa impronta de abstinencia sexual , oracion dominical y control de las emociones.
Por otro lado, en un mundo donde la industria farmaceutica es la segunda a nivel mundial que genera mayores ganancias a su dueño, el objetivo es generar todo tipo de temores ante posibles enfermedades o accidentes que se curarian con los medicamentos.

Los niños bien, son esas personas que usualmente generan y cumplen con las normas y las convenciones sociales.
Los niños bien también son consumistas y hedonistas. Alardean de su poder. Trabajan y desean ser cada vez mas productivos.
Protegen la institucion familiar y se tapan la nariz o voltean la mirada cuando se les cruza una prostituta.
Muchos medios de comunicación los muestran como ideal de personas y los contraponen a los otros, que son minoría.

Sin embargo, los niños bien no les dicen a su mama o a su esposa que visitarán la casas de prostitución a relacionarse cariñosamente con esas personas que ellos mismos desprestigian en público.
Por esta doble moral, entre otras causas, los niños bien exigen a voz en cuello la ubicacion de las casas de prostitucion en lugares alejados de sus hogares, en donde no se mezclen la pureza, sanidad y tranquilidad con el pecado, insanía y placer. Además, así les es mas fácil pasearse y transgredir sus propias normas cuando las visitan de noche ya que no pueden ser identificados por sus conocidos.