miércoles, 17 de febrero de 2010

El compromiso de Ancilla con su oficio rameril.

Zullieta y Ancilla fueron las dos cortesanas italianas mas bellas de la época de Juan Jacobo Rousseau, Diderot, Voltaire, etc.
Ancilla era mas voluptuosa y requerida que Zullieta, aunque ésta última dicen que era mas bella.
Por el nivel alcanzado, unicamente tuvieron de clientes a diplomáticos, condes, viajeros y personas de alcurnia o de gran cultura.
El erotómano Giacomo Casanova conocía a ambas, sin embargo nunca tuvo un contacto íntimo con Ancilla, quien siempre se quejaba de un dolor de garganta (por aquel siglo XVIII ese dolor de garganta era un aviso de proximidad de la muerte).
Uno de los médicos mas renombrados de Venecia, llamado Lucchesi, diagnóstico a Ancilla de sífilis y le propuso una terapia en base a mercurio (que no era segura del todo, y mas bien peligrosa).
Ella, en un acto de desinterés moral pero de alto compromiso con su oficio prostitucional, le indicó a su médico que le daría una gran cantidad de dinero si la trataba con  mercurio pero que le pagaría luego de copular con ella misma. Este acceso carnal lo hacía con el propósito de garantizar la total desaparición de la enfermedad y la seguridad de sus futuros clientes.
El hecho se transformó en un gran lío judicial y el juez dictaminó que la prueba que exigía Ancilla era inaplicable.
Ancilla murió antes de cumplir 40 años y Zullieta murió 35 años después.

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