lunes, 8 de febrero de 2010

Miradas que matan

Ivonne de Carlo


Mirarle los ojos al Catoblepas podría ser la causa de que la humanidad entera se convierta en piedra o que muera inmediatamente.

Por eso es que el destino le dió a este animal una grande y pesada cabeza como de cerdo para que la arrastre cada vez que caminara y no pueda alzar la vista, es decir, solo pueda ver hacia el suelo.

El destino también lo formó con diferentes partes de otros animales.

Plinio el Viejo, Claudio Eliano, Leonardo da Vinci, George Cuvier, Gustavo Flaubert etc. hablan de esta fantasía hecha casi realidad. Jorge Luis Borges también comenta de aquel ser.

Mirarle directamente los ojos al Basilisco podría  ser la causa de que la humanidad entera muera. Y verlo a través de un reflejo, de un espejo, podría ser la causa de quedar petrificado.

Gallo, serpiente y sapo son los tres animales que forman a este ser que vive en el desierto. Mejor dicho, él mismo forma el desierto cada vez que pasa por algún lado ya que su sola presencia extermina a cualquier ser vivo.

Eliano, Ateneo, Plinio El Viejo, Lucano, Aeliano, Pierre de Beauvais, Isidoro de Sevilla, Bartolomé Glanvilla, Tomas de Aquino, Quevedo, Lope de Vega o  Jorge Luis Borges, lo citan en sus escritos.

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